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Qué comer después de entrenar

Publicado el 20 de enero de 2021 por Camilo

El ejercicio físico y la alimentación siempre deben ir de la mano para conseguir un efecto mucho más eficaz a la hora de tener un cuerpo sano, una vida equilibrada donde estemos fuertes y mejor protegidos ante las posibles amenazas de nuestro interior. Nuestro organismo es un sistema extremadamente complejo que ha ido evolucionando con los años, pero que necesita gasolina para poder funcionar a pleno rendimiento, sobre todo si somos personas activas que siempre estamos de aquí para allá, haciendo ejercicio y demás. Lo mejor es alimentarnos de una manera equilibrada para que ese combustible que el cuerpo necesita sea de la mejor calidad posible y potencie sus funciones. Por desgracia, esa alimentación ideal está lejos de ser la que la mayoría tomamos a día de hoy, rodeados como estamos de alimentos poco sanos y no muy recomendables, como los precocinados o los ultraprocesados.

La persona que se toma su tiempo para entrenar, para hacer ejercicio, ya sea para rebajar algunos kilos de más, para tonificar el cuerpo o para conseguir una mayor musculatura específica, sabe de sobra que la alimentación es su mejor aliada, y también su mayor peligro. Una mala comida puede tirar al traste con todo lo entrenado anteriormente, y echar por tierra el esfuerzo realizado durante una sesión de dos horas, por ejemplo. Por eso, de la misma forma que es importante conocer la función de cada ejercicio, las repeticiones que debemos hacer y demás, también lo es tener muy en cuenta la alimentación que tomamos antes y sobre todo después de ejercitarnos, ya que de ella dependerá, en buena medida, que el rendimiento obtenido con el entrenamiento se reproduzca en nuestro organismo. Aquí te vamos a dar algunos consejos sobre qué se debe comer después de entrenar, una de esas dudas habituales de todo el que empieza.

¿Es recomendable comer después de entrenar?

Evidentemente, cualquier persona debe comer al menos tres veces al día para mantenerse sano y en forma, y da igual cuando entrenemos, comer después del entrenamiento será necesario. Tal vez podamos esperar un poco más o un poco menos, o podamos controlar la cantidad de alimentos que vamos a consumir, pero dejar de comer después de un intenso entrenamiento no es la mejor idea, incluso cuando estemos ejercitándonos para perder grasa. En ese caso, por ejemplo, controlaremos mucho la ingesta de alimentos y optaremos por las frutas para después del entreno, para así recuperar minerales. Y por supuesto, el agua, que siempre debe acompañarnos para no deshidratarnos. Dependerá también de cuál sea nuestro objetivo con el entrenamiento, si la musculatura, bajar de peso o mejorar nuestras marcas, para comer más o menos después del ejercicio.

Cuánto esperar para comer tras el entreno

Cuando realizamos una actividad física moderada o intensa estamos provocando un proceso dentro de nuestro organismo llamado metabolismo. Más que provocarlo, lo estamos intensificando. De hecho, el metabolismo acelerado tras el ejercicio nos permite asimilar mucho mejor los nutrientes de los alimentos que ingerimos. De ahí que se recomiende no esperar mucho más de una hora u hora y  media para comer después de entrenar, especialmente si no estamos buscando bajar de peso, sino tonificar, muscular o mejorar al máximo nuestro rendimiento. Se puede decir que el organismo está a pleno rendimiento metabólico en ese momento, más receptivo para asimilar todo lo beneficioso que los alimentos nos ofrecen. Por eso es importante saber comer después de entrenar, para potenciar lo que hemos hecho durante el ejercicio.

Qué comer después de entrenar

La respuesta sencilla y rápida a esta pregunta es que siempre debemos comer alimentos saludables. Pero aquí no estamos para responder con una frase, sino para desarrollar mucho más todo lo que ponemos por delante. Debemos distinguir en primer lugar la finalidad del entrenamiento, porque no es lo mismo hacer ejercicio para perder peso que para ganar musculatura o para mejorar nuestro rendimiento en fuerza, velocidad, resistencia… Si nuestro objetivo es adelgazar, debemos ser sumamente cuidadosos con los alimentos que consumimos después de entrenar. Beber mucha agua para quedar más o menos saciados puede ser una buena idea, y las frutas y verduras también son una buena opción para justo después del entrenamiento. Todo alimentos saludables y poco calóricos, para no contrarrestar el efecto del ejercicio.

Si nuestro objetivo al entrenar es ganar musculatura y mejorar nuestras marcas, el abanico se abre un poco más, sobre todo en busca de las proteínas y los hidratos de carbono. Para ganar músculo y tonificar necesitamos buenas reservas de esos componentes, y las podemos obtener de alimentos como las legumbres o el arroz. También los huevos, que son muy buenos para mejorar nuestro rendimiento físico siempre que el ejercicio sea de alta intensidad. El pescado, como el atún o la caballa, aportan igualmente muy buenas proteínas y minerales para que el ejercicio se lleve a un nuevo nivel. Por último, algunas frutas con mucho potasio como el plátano o el kiwi son un potenciados increíble en esa fase, para que nuestro cuerpo no solo mejore su rendimiento sino que obtenga el máximo número de nutrientes posibles de la comida que estamos ingiriendo.

Alimentos a evitar

A estas alturas seguro que sabes distinguir entre los alimentos sanos y beneficioso y los que no lo son. Cualquier persona debería evitar comer bollería industrial, comida ultraprocesada, bebidas azucaradas o alcohol, sobre todo en exceso. Si nuestro objetivo es perder peso, miraremos mucho las calorías de los productos supuestamente light, que luego suponen una bomba para nuestro organismo, y que muchos toman pensando que así mejorarán su rendimiento al entrenar. Las tortitas de arroz, las barritas energéticas o las bebidas isotónicas son ejemplos perfectos de todo ello, ya que pueden ser muy perjudiciales para nuestro organismo después de entrenar, especialmente si queremos perder grasa. Hay que buscar siempre los alimentos saludables, e incluso con ellos, comer de una manera razonable, sin atiborrarnos nunca.